lunes, 28 de febrero de 2011

Bianca

Aihnoa está sentada en el sofá con su hermana pequeña. Las dos se han propuesto hacer un maratón de películas de Jane Austen. A Aihnoa le hace gracia, puesto que su hermana solo tiene cinco años recién cumplidos y le encantan esas películas.  Después de ver ''Orgullo y Prejuicio'' Bianca se queda un rato callada.


-¿Qué te han parecido las películas, Bianca?


-Pienso que nunca me quiero enamorar...- dice Bianca atropellando un poco las palabras.


-¿Por qué? - pregunta Aihnoa perpleja.


-Porque lloras mucho - explica Bianca sollozando un poco.


Aihnoa la rastra por el sofá hasta ella y la abraza.


-Pero ¿Tú qué sabes? Nunca te has enamorado todavía.


Bianca mira a Aihnoa con ojos llorosos.


-Aihnoa, ¿Tú alguna vez has llorado por amor?


Aihnoa la besa.


-Claro. ¿Por qué?


-¿Y lloraste mucho? - Bianca estalla en lágrimas.


Aihnoa no puede parar de reirse y abraza con más fuerza a Bianca.


-Algunas veces. No siempre, pero sí algunas veces.


-Entonces ¿Qué tiene de 'divedtido' enamorarse entonces?


-Pues, supongo que lo sabrás cuando te enamores.


Bianca se seca las lágrimas y se baja del sofá. Entra en el pasillo y se escucha como rebusca algo.


Aihnoa se tira en el sofá y se queda pensando. Que sabrá Bianca de qué es el amor todavía, solo tiene cinco años y ella dieciocho. A ella le ha dado tiempo de enamorarse y de tener caprichos, de salir con chicos, de dar paseos cogida de la mano, de escuchar palabras cargadas de amor, de locura, de romance e incluso palabras con un doble sentido y también ha tenido tiempo de primeros besos, de besos a la luz de una farola, de besos en un atardecer, de besos bajo la lluvia... Quizás Bianca tiene razón ¿De qué sirve enamorarse si se llora tanto?


Bianca llega corriendo con una foto de sus padres cuando eran jóvenes y riéndose a carcajadas.


-¡Mira! Papá y Mamá no lloraban ¡Reían! Entonces ¿Ellos estaban enamorados o qué?


-¡Pues claro!


Aihnoa la coge en brazos y se empieza a reír, Bianca no la entiende, pero la abraza y le dice:


-Aihnoa, cuando me enamore ¿me podré reír? 

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