La canción de mi artista favorito suena y yo la sigo cantando. Después del duro día, de las exigencias de los profesores, de los incontables empujones por los pasillos, de jugar con mi hermana, de hablar con mi madre, de hacer los deberes... Por fin un momento para mi. Lo malo es que no solo la música ronda por mi cabeza. Me pongo a pensar.
Es el típico momento que te das cuenta de cosas que antes habías pasado por alto, maldices acciones pasadas y bendices sucesos maravillosos. Quizás alguna lágrima escurridiza recorre mi cara y me río por lo tonta que eres.
La letra de una canción me saca de mi ensimismamiento. Michael Bublé pronuncia mi nombre. Vuelvo a sonreír. Se me hace extraño escuchar mi propio nombre en la letra de una canción...
En el 5:01 bostezo y siento como el sueño me nubla las ideas. La verdad es que solo han sido diez minutos de estar contra la pared, pero son suficiente para recargar pilas, ordenar ideas y reflexionar sobre como seguir adelante otro día más.
me encantan esos momentos para pensar, y espero que esas lagrimas que caen sean de felicidad, de recuerdos que qedan grabados y de momento que queden por venir, y espero que en muchs estemos juntas! :) tequiiieeeero! (L)
ResponderEliminarJajajajajaa sí, son de felicidad =)y sii! por supuesto que estamos juntas en muchos ¬¬
ResponderEliminarTeeQiieroo!
hermoso ambiente el que nos narras ME ENCANTO¡¡¡¡
ResponderEliminarBESITOS y FELICIDADES POR ESAS LAGRIMAS DE FELICIDAD, BESOS
Y esas cosas tan hermosas que haces, como subir las piernas a la pared para pensar, o esa sonrisa tan hermosa que tienes :)
ResponderEliminarSorella, me encanta. Me encanta leerte y me encanta esos comentarios que me dejas. El de mi última entrada.. puaf! :) Gracias por alegrarte x los dos ^^
Es precioso y me siento absolutamente identificada.. creo que momentos como esos deberíamos disfrutar todos ...
ResponderEliminarTe sigo, un beso